ESCENAS

- Se disfraza la intimidad, se falsea, para así aparentar una identidad firme, una buena conducta, como lo exige las señas de identidad social. Cuando la intimidad de uno es conocida, la ha perdido. Los placeres e inclinaciones hacen experimentar los límites de lo que es la persona, de lo que puede sentir. Esto es inconfesable, la verdad acerca de tu propia vida. Porque no todo el mundo puede comprenderla, también es la verdad acerca de tu propia muerte.
En un momento de intimidad en un espacio público sin querer que se haga público.

-

-

-

- Sólo quiénes tienen intimidad pueden entenderse con una simple mirada o decirse cosas sin necesidad de hablar. No importa dónde suceda, solo importa ese instante creando un mundo aparte. El espacio íntimo se extiende tanto como se extienda la distancia entre los íntimos, y se reduce tanto como ella se reduzca.

En un momento de intimidad en un espacio público a escondidas del público.

-

-

-

- La soledad es la manifestación suprema de la intimidad. Esa intimidad está prohibida revelarla a los otros. No se puede relevar en público para protegerla de la socidad. De convertirse en público, se desplomaría toda posibilidad de relación social. Se perdería nuestra esencia más auténtica. El sentimiento de culpa o de vergüenza por la revelación de la intimidad es un efecto del tabú social ante tales circunstancias.

En un momento de intimidad en un espacio público-privado.

-

-

-

- Eso que somos sólo se manifiesta en la intimidad y como dije antes, la mayoría de las veces en soledad. En el momento en que alguien espíe alguna situación íntima, se ha hecho pública, con lo cual ha sido destruida. Por otro lado, ese espía se hace dueño de la intimidad de otro, sin interrumpir, y disfruta en su más estado íntimo de sus inclinaciones inconfesables.

Espacio íntimo hecho público trasladado a la intimidad de otro. El clásico voyeur.

-

-

-